¿Cómo pongo límites firmes y respetuosos?

¡Hola a todos y todas!

Tras este necesario y enriquecedor parón navideño regreso con ganas.

Hoy con esta pregunta que se enmarca dentro de la Disciplina Positiva. Que como ya he comentado en otras entradas fue creada por Jane Nelsen en base a los estudios de Alfred Adler y sus discípulos y lo que se denomina la psicología individual.

Es muy importante que entendamos que aunque se llame disciplina no hablamos de autoritarismo, de aquí se hace lo que yo digo, y aunque se hable de positiva no se trata de que hay que dejar que los niños hagan lo que quieran para que sean felices. Como ya comenté en un blog anterior la crianza no es sencilla y en el equilibrio está clave.

Cuando hablamos de límites nos referimos a aquellas pautas o normas que establecemos, en este caso en nuestras crianzas. Son las reglas que tenemos que cumplir, por motivos varios, pero principalmente, porque establecen unas normas de convivencia respetuosa y que nos facilitan la vida en familia y en sociedad.

En Disciplina Positiva se habla de Firmeza y Amabilidad, de límites firmes y respetuosos. Esto quiere decir que tenemos que poner límites, pero tener claro cuál es nuestro objetivo con ese límite y establecerlo de forma respetuosa.

No es lo mismo esto:

  • ¡A LA CAMA YA! ME DA IGUAL LO QUE ESTÉS HACIENDO, YA SON LAS 10:00 Y HAY QUE DORMIR.

que esto:

  • Veo que no has terminado el juego. ¿Recuerdas a qué hora nos vamos a la cama?, pues ya es la hora. ¿Terminamos el juego juntos, recogemos y nos vamos a dormir, vale?

No es lo mismo esto:

  • RECOGE TUS JUGUETES

que esto:

  • ¿Qué hacemos después de jugar con algo nuevo? ¿Quieres que te ayude?

No es lo mismo:

  • ME TIENES QUE DAR LA MANO, NO CORRAS, NO TE SUBAS AHÍ…

Que esto:

  • Recuerda que en la calle hay que ir de la mano porque hay mucha gente. Cuando no haga falta, porque estamos en un sitio seguro, como el parque, nos soltamos.

En muchos de estos ejemplos he utilizado una de las herramientas de DP que son las preguntas. El niño o la niña no reacciona igual a una imposición que a una pregunta, su cerebro reactivo lo procesa diferente y por lo tanto su reacción ante la pregunta es distinta. Una pregunta te involucra, te valora y te da espacio para decidir.

Por otro lado, nos mostramos colaboradores y comprensivos con las situaciones, sin que esto nos lleve a ceder. EL LÍMITE PERMANECE: sigue recogiendo y yendo a la cama, sigue dando la mano… pero la forma en la que lo hacemos se basa en el RESPETO a su individualidad, a lo que está haciendo y a su seguridad. Y en esto no vamos a ceder.

Cuando queramos saber si estamos planteando un límite claro y respetuoso nos podemos hacer algunas preguntas:

  • ¿Es una situación en la que peligre su integridad?

  • ¿Es un límite que ya le he puesto en otras ocasiones? ¿He sido constante al ponerlo? Esto quiere decir, en otras ocasiones he puesto el mismo límite o por el contrario he sido más flexible, si esto ocurriera nos va a costar más que el niño o la niña entiendan su importancia, porque no hemos sido constantes. El establecer límites claros y constantes es tan importante como el que sean firmes y respetuosos.

  • ¿Se lo pongo pensando en él/ella o por mi comodidad o bienestar? Esto también es muy importante. En muchas ocasiones limitamos las acciones de las personas en base a nuestra comodidad. Y en esto de la crianza nuestra comodidad no debería prevalecer sobre el bienestar del otro, porque dejaría de ser respetuoso con ambos. Esto también ocurre cuando somos personas que cuidamos o apoyamos a otras, en momentos ponemos normas y límites para facilitar nuestro trabajo pero no por el bienestar del otro… ojo con esto!

  • ¿Tiene sentido, o por el contrario es una batalla que no merece la pena en este momento? Este es un planteamiento que se lo hago mucho a madres y profesionales que se enfrentan a conductas que suponen un reto. No podemos abarcarlo todo, nos quedaríamos sin energía. Tenemos que priorizar. Un límite en una situación en la que corre peligro la integridad del peque hay que ponerlo, y puede coger forma de NO!!!, pero porque la situación lo merece. Y como esta habrá otras, sin embargo otras pequeñas, quizá no urgentes, podemos dejarlo pasar. Por ejemplo, si un peque tiene una conducta agresiva es lo que trabajaremos, que use bien los cubiertos es una batalla que podemos dejar para otra ocasión.

  • ¿Me acerca a la persona que me gustaría que fuera de mayor? Pensar a Largo Plazo!

  • ¿Con este límite le hago más responsable, autónomo...?

Anterior
Anterior

¿Por qué elegir un profesional de la psicología cualificado?

Siguiente
Siguiente

¿Qué condiciones son necesarias para favorecer el desarrollo del niño?