Etiología de los TEA

Cuando hablamos de etiología nos referimos al origen, a qué hay detrás de, por ejemplo, Los Trastornos del Espectro Autista.

Los Trastornos del Espectro del Autismo son definidos como trastornos del neurodesarrollo. Es decir, son trastornos que tienen una base neurológica que afecta al desarrollo de las personas que lo tienen.

Actualmente no podemos hablar de una única causa que explique la aparición de los TEA, pero si sabemos que la genética tiene una fuerte implicación.

La complicación está en que, dada la gran variabilidad de las personas con TEA delimitar esta genética resulta complejo. Lo que se está estudiando es que la interacción de distintos genes unidos a factores medioambientales puede ser relevantes para el desarrollo de los TEA. Sin embargo, todavía se está estudiando. Hay diversos estudios sobre factores medioambientales, factores prenatales, factor durante el parto… pero todavía no son estudios de gran impacto, y por ello no voy a aportar información sobre ellos.

En un 15% de los casos diagnosticados de TEA es posible encontrar su procedencia genética. Esto no quiere decir que en el resto de población con TEA no haya causa genética, sino que por el momento no se detecta con la tecnología actual.

MITOS Y FALSAS CREENCIAS SOBRE EL ORIGEN DE LOS TEA.

Hay muchos mitos entorno a qué causa los Trastornos del Espectro del Autismo. Algunos de ellos nacieron del momento histórico, y otros han nacido de hipótesis sin aval científico que llevan a tratamientos con la promesa de la curación.

Uno es el de las madres nevera, que nació de las investigaciones de Kanner pero tuvo relevancia por el trabajo de Bettelheim dentro del entorno médico, desde su línea de investigación, basada en el psicoanálisis y sus experiencias vitales, postuló que el autismo se debía a una falta de afecto en la primera infancia, incluso antes del nacimiento. Esta teoría cogió forma poniendo el foco en las madres. Que éstas fueran distantes y frías era lo que provocaba que sus hijos tuvieran autismo.

Esto es evidentemente falso, como hemos visto hay una base genética, y por supuesto no es responsabilidad de la madre ni de una negligencia en los cuidados lo que hace que los niños tengan TEA. Este mito ha provocado y sigue provocando mucho sufrimiento.

El siguiente mito, que todavía está muy presente en nuestra sociedad, es el de que las vacunas provocan autismo. Con respecto a este mito podéis encontrar el posicionamiento de AETAPI http://aetapi.org/las-vacunas-no-causan-autismo/

¿Por qué se hizo tan popular este mito?

En primer lugar, por la coincidencia temporal de la vacuna de la triple vírica, a los 3 años, con la aparición del autismo que antes categorizábamos, siguiendo el DSM IV-R como Trastorno desintegrativo infantil. Estos niños mostraban lo que parecía un desarrollo normalizado y a los tres años se daba un retroceso, y perdían algunas habilidades ya adquiridas.

Además, el Dr. Andrew Wakefield, conectó estos dos sucesos en algunos de sus estudios. Se ha demostrado que estos resultados estaban falseados, y carecían de rigor científico. De hecho, en 2010 el Consejo General Médico de Gran Bretaña le retiró la licencia para ejercer la medicina en Reino Unido por mala práctica profesional y conducta poco ética.

Posteriormente, el medio que había publicado su estudio, The Lancet, rectificó y retiró el artículo y se retractó..

En esta línea de prometer la cura del autismo nos encontramos con el MMS (Miracle Mineral Solution). El MMS es un producto químico, clorito de sodio mezclado con ácido cítrico, que elimina los parásitos intestinales, que según los que promulgan la eficacia de este producto, están detrás del autismo, así como de otras muchas dolencias. 

Esto está totalmente invalidado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), el Gobierno está comprometido con la lucha contra las personas que lo distribuyan y a nivel autonómico, promovido por las Asociaciones de familiares y personas con TEA, se han cancelado charlas y eventos en los que se iba a promover su uso para curar el autismo. En este enlace pincha aquí podrán encontrar información al respecto de las acciones que se han llevado a cabo para eliminar este producto.

Es importante, como profesionales y familias tener claro, y siempre basarnos en estudios científicos e información contrastada por fuentes fiables. No podemos dejarnos llevar por estos mitos y en consecuencia por falsos tratamientos.

En conclusión, el autismo no es una enfermedad, por lo que no tiene cura, es una condición que hace que las personas con TEA tengan una serie de características y dificultades. Y que, con apoyos, adaptaciones, motivación… pueden desarrollar su potencial y tener una buena calidad de vida.

 

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