¿Cómo apoyamos el desarrollo de habilidades de la vida diaria?

Esta pregunta nos la hacemos a menudo todos los padres y madres, pero más los padres de personas con discapacidad intelectual, o de personas con TEA. En este caso, vamos a centrarnos en cómo las podemos desarrollar en personas con TEA.

Para empezar, la parte más obvia pero no por eso menos compleja es que las actividades de la vida diaria se aprenden en el entorno de la personas y en el transcurso del día día. ¿Por qué me parece complejo? Me parece complejo porque en ocasiones nos es más fácil poner un día, como si de un colegio se tratara. El martes aprenderemos a sumar. Pero no, en los aprendizajes de la vida diaria esto no nos sirve. Y eso es lo que lo hace complicado. Tenemos que tener claros nuestros objetivos, o nuestras metas de aprendizaje y ver cómo lo introducimos en el día a día de la familia. ¿Cómo lo hacemos?

1º ¿Qué queremos que la persona aprenda?

2º ¿En qué momentos de nuestro día a día vamos a poder aprenderlo? Sin tener que cambiar nuestra rutina, pero si pudiendo dar los apoyos necesarios

3º ¿Qué pasos conlleva esa tarea? ¿Cómo vamos a enseñarlo?

4º ¿Qué apoyos va a necesitar y cómo vamos a ir retirando los apoyos según vaya aprendiendo?

Responder a todas estas preguntas necesita tiempo, organización y quizás tener un profesional a nuestro lado que nos explique la mejor forma de hacerlo, siempre que conozca a nuestra fmailia e individualice sus pautas.

La mejor forma de que una persona adquiera habilidades de la vida diaria es permitiendo que contribuya, siempre, en las rutinas de casa. Somos una familia, somos un equipo y trabajamos juntos. Además, el contribuir aumenta nuestro sentido de pertenencia y hace que mejoren mucho las relaciones personales.

En muchas ocasiones no facilitamos la contribución, que cuando son peques, les sale de forma innata. nos dan señales de que quieren barrer con nosotros, quieren cocinar, quieren tender la ropa… quieren vestirse solos, bañarse solos… Y muchas veces, partiendo de nuestra visión adulta llena de perfeccionismo y prisa, no les damos la opción. Y perdemos oportunidades de compartir con ellos esta adquisición de habildiades tan valiosa para el futuro.

Así que, más allá de los pasos que he dicho antes, lo más importante sería: DEJA QUE HAGA JUNTO A TI. Con paciencia, con TIEMPO, con los apoyos que hagan que te sientas segura, pero DEJANDO QUE HAGA. Estos momentos son tiempos de calidad que pasan juntos, construyendo, contribuyendo al bienestar de todos y sin duda MERECE LA PENA.

Si en tu situación sientes que necesitas estructurarlo, y saber qué pasos o qué apoyos dar, no dudes en consultarme. Estaré encantada de conocerte y poder individualizar estas estrategias para que se adapten a tu familia y a tu hogar.

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