La lactancia y su relación con la Salud Mental

Dentro de los estudios que estoy cursando estoy haciendo un trabajo final sobre la lactancia y cómo esta se relaciona con la salud mental. Me parece super interesante compartir con ustedes una pequeña parte de esta información ya que nos puede ayudar a protegernos y a buscar apoyos que nos ayuden a prevenir estas situaciones.

Ya sabemos que la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y complementaria hasta mínimo los dos años. Y que pese a la importancia que esta tiene para la salud pública los índices siguen siendo bajos. Algunos autores hablan de que es el 36% de las madres las que las hacen una lactancia exclusiva en menores de 6 meses, y este porcentaje baja a medida que el bebé crece. A pesar de que hay investigaciones que señalan que por encima de un 90% de las madres inicia esta lactancia tras el parto.

Esta importante bajada de la lactancia materna está mediada por muchísimos factores, pero hoy quiero compartirles uno de ellos que es la salud mental y la necesidad de apoyos.

El periodo perinatal, es decir aquel que ocurre desde que queremos ser madres hasta que tenemos a nuestro bebé es un periodo crucial para el desarrollo de problemas de salud mental. La depresión afecta al menos a un 20% de las mujeres y la ansiedad al 10% (Dagla et al, 2021)

Ambos trastornos afectan enormemente a la madre pero también a su hijo ya que van a mediar en cómo se vive el embarazo, en cómo ocurre el parto y posteriormente en los cuidados. Las mujeres que tienen depresión postparto van a interactuar menos con sus hijos, van a ver su comportamiento como más negativo y abandonarán antes la lactancia materna. Todo esto mediado por sentimientos de insatisfacción, de baja eficacia, pérdida de control y de culpa, que ya de por si son sentimientos comunes ante una etapa tan demandante, a todos los niveles, como es el postparto.

En el caso de la ansiedad, es menos estudiado, sin embargo autores como Penniston et al (2020) nos indican que quizá tenga una mayor prevalencia que la depresión. Y como indican Wallwiener et al (2016) puede predecir que el comienzo de la lactancia materna se vea alterado.

La lactancia materna parece que tiene un efecto protector sobre la salud emocional durante el puerperio, ya que nos puede ayudar a mejorar la respuesta al estrés, reducir la ansiedad y mejorar nuestro humor. Esto ocurre porque durante la lactancia segregamos oxitocina y ayudar a estos procesos.

Sin embargo, algunos estudios muestran que si tenemos dificultades para amamantar y destetamos aumentamos las posibilidades de tener depresión posparto. Pero esto además, según algunos autores puede deberse a los apoyos recibidos y las decisiones que hemos tomado durante el embarazo.

Algunas mujeres que tengan problemas de salud o malas experiencias deciden sobre sus lactancias, sin embargo no se les proporcionan buenos apoyos o buena información al respecto. Se sienten presionadas por tener que dar lactancia materna cuando en su situación deciden no hacerlo. Esto hace que sean más vulnerables a sentimientos de ineficacia y culpa, por haber tomado la decisión que es mejor para ellas, lo que puede conllevar problemas emocionales que afecten a su salud mental y a su crianza.

En resumen, la presión que tenemos las mujeres sobre nuestras lactancias, sin tener un buen seguimiento de profesionales de salud mental hace que seamos vulnerables a padecer trastornos de salud mental en el postparto.

Para prevenir se ha comprobado como los grupos de madres son de gran ayuda, crear redes en las que nos escuchemos, nos comprendamos y NO NOS SINTAMOS JUZGADAS es clave.

Por otro lado, se debería poner en valor la importancia de los apoyos. Necesitamos apoyos profesionales tomemos la decisión que tomemos sobre nuestras lactancias. Claro que promover la lactancia materna es importante, pero más importante es que tengamos información para decidir según nuestras circunstancias y que siempre nos sintamos apoyadas. Porque esto afectará a nuestra crianza y al desarrollo de nuestros peques, y eso también es MUY IMPORTANTE.

Les dejo algunos artículos por si quieren leer más:

Buck, M., Amir, L.H., McDonald, K. (2020). “Not at all what I had imagine or been prepared for”. Women´s experiences of becoming a breastfeeding mother. Breastfeeding Review 28(2), 15-25.

 Dagla, M.; Mrvoljak-Theodoropoulou, I.; Karagianni, D.; Dagla, C.; Sotiropoulou, D.; Kontiza, E.; Kavakou, A.-T.; Antoniou, E. (2021) Women’s Mental Health as a Factor Associated with Exclusive Breastfeeding and Breastfeeding Duration: Data from a Longitudinal Study in Greece. Children, 8, 150.

 Dagla, M.; Mrvoljak-Theodoropoulou, I.; Karagianni, D.; Dagla, C.; Sotiropoulou, D.; Kontiza, E.; Kavakou, A.-T.; Antoniou, E. (2021). Association between breastfeeding duration and longterm midwifery-led support and psychosocial support: outcomes from a greek non-randomized controlled perinatal health intervention. International journal of environmental research and public health 18.

Penniston, T., Reynolds, K., Pierce, S., Furer, P., Lionberg, C. (2020). Challenges, supports, and postpartum mental health symptoms among non-breastfeeding mothers. Archives of women´s metal health.

Wallwiener, S., Müler, M., Doster, A., Plewniok, K., Wallwiener, C., Fluhr H., Feller, S., Brucker, S., Wallwiener, M., Reck, C. (2016) Predictors of impaired breastfeeding initiation and maintenance in a diverse sample: what is important?. Arch Guynecol Obstet 294 (3): 445-466.

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