¿Por qué nos alejamos de lo natural?

Hoy ha tocado reflexión

Estos meses de trabajo y aprendizaje se me presenta a diario esta pregunta… ¿Por qué nos hemos alejado tanto de lo natural? ¿Por qué damos por válidas cosas en nuestras crianzas que han sido “creadas” hace pocos cientos de años, sin ningún tipo de rigor científico y que más bien responden a necesidades de una sociedad industrializada en la que los niños pasaron a un segundo plano?

Cuando hablamos de acompañar a los niños en su crecimiento, en los talleres que estoy impartiendo de disciplina positiva siempre surge el “es que con las prisas…” “es que el cansancio del trabajo” “es que…” y ¡es cierto!

Cuando hablamos de lactancia materna, es que el biberón se lo pueden dar otras personas, es que muchas madres no tienen leche, es que la fórmula es el suplemento perfecto y aporta todo lo necesario… ¿En qué momento hemos delegado la alimentación de nuestros bebés en manos ajenas y nos hemos dejado convences de que lo otro es mejor, y que nosotras no podemos? Pero claro, es que tenemos que trabajar, y a los 4 meses hay que regresar… Tenemos las manos atadas.

Cuando hablamos de Atención Temprana, “el profesional es el que sabe qué necesita mi hijo” No… las familias son las que conocen y saben qué necesidades hay. No podemos dar tanto poder a los profesionales, salvo circunstancias excepcionales, en las que deberemos informarnos para poder decidir, pero la decisión es nuestra.

Cuando hablamos del parto… ¿Cómo se ha llegado a medicalizar tanto? Algunos testimonios sobre cómo no han podido tomar decisiones, la infantilización, las intervenciones no necesarias…

Cuando hablamos de sueño infantil ¿Un bebé que duerme toda la noche es lo “correcto” y natural? Pues no. Padres y madres cansados tampoco debería ser una realidad, y no lo sería si la conciliación fuera real. Pero el sueño de los bebés no es lo que se nos ha vendido.

Dormir solos, sin reclamar a los padres durante toda la noche desde los primeros meses es lo menos natural.

Los despertares de los bebés son evolutivos, y muestran como el cerebro va madurando. Es normal que un bebé se despierte. Y es más normal que reclame a sus padres si estos no están con él.

Como especie hemos evolucionado en un sueño en compañía, bajo la seguridad del grupo y sobre todo de nuestra madre lactante. Nos da seguridad y alimento a demanda durante los primeros meses/años de nuestra vida. Estamos hechos para dormir en penumbra y con sonidos de compañía que nos dan seguridad.

Y no, no se despiertan más por tomar pecho, de hecho la madre duerme mejor gracias a la lactancia y el bebé no tiene despertares tan acusados.

Ahora bien, si no respondemos a sus demandas de acompañamiento y seguridad, no es que no se despierte, lo hacen, es natural y es bueno para su desarrollo. Se despiertan pero sin molestar a los padres/madres, que es a lo que se le ha dado importancia en estas últimas décadas.

¿Por qué nos cuesta tanto empatizar y responder a las necesidades de los peques dejándonos llevar por nuestro instinto y nuestro amor?

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